2 cucharaditas de levadura seca (o 15 gr. de de levadura fresca)
250 ml de leche
500 g de harina común
1 1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar refinada/molida
3 cucharadas de yogurt natural
30 f de ghee o mantea sin sal derrita
1. Esparcir la levadura en un tazón con 100ml de leche. Dejar durante 5 minutos; revolver para que se disuelva. Mezclar la harina y la sal en un bol grande. Hacer un hoyo en el centro y añadir la leche con la levadura, el azúcar, el yogurt y el ghee o la manteca.
2. Mezclar con la harina. Agregar revolviendo el resto de la leche, según sea necesario, para formar una masa dura y pegajosa.
3. Volvar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Amasar durante unos 10 minutos, hasta obtener una masa homogénea, dura y elástica.
4. Poner la masa en un recipiente limpio y tapar con un paño de cocina. Dejar leudar entre 3 y 4 horas, hasta que la masa doble su tamaño. Desinflar y dejar en reposo 10 minutos.
5. Dividir la masa en cuatro trozos iguales. Sobre una superficie ligeramente enharinada, estirar cada uno de ellos hasta tener un circulo de 15 centímetros de diámetro y 5mm de espesor. Tirar de un lado para darle forma de lágrima; estirar hasta que alcance 25 cm de largo. Calentar el gratinador del horno a temperatura máxima.
6. Calentar la placa de hornear bajo el gratinador durante unos 2 minutos. Poner un trozo de masa sobre la placa caliente. Hornear dos panes a la vez, de 2 a 3 minutos de cada lado, hasta que se hinchen y tomen un color dorado.
7. Apilar los panes y tapar con un paño de cocina limpio y seco para mantener tiernas las cortezas y evitar que se resequen.
